Cuando una persona recibe un traumatismo fuerte en un ojo (como por ejemplo una pelota de pádel, cuyo tamaño abarca la cuenca del ojo), se produce una compresión del órgano y por tanto de las estructuras y relleno del ojo que se remueven fuertemente. Consecuentemente la presión intraocular sube severamente en el momento y hay fricción y aplastamiento de los tejidos.

Nota Padel Como resultado se pueden producir hemorragias, desprendimientos de vítreo, de retina, desgarros, cataratas traumáticas, luxación del cristalino, fracturas de córnea, etc.

Una protección ocular con una gafa de policarbonato puede librar al ojo de semejante traumatismo, ahorrando lesiones al globo ocular.