- La elección del material de la montura para las gafas de un niño es especialmente importante.
Se puede escoger entre materiales como el metal o la pasta (acetato), lo fundamental es que sea una montura resistente, a la vez ligera, y asegurarse, además, de que le quede bien centrada en el rostro para evitar que mire por encima de ellas. - Las lentes para los niños deben ajustarse al criterio que le haya prescrito su óptico: si se trata de lentes con un alto espesor, es importante escoger una montura que se ajuste a ellas para evitar que se salgan, o elegir lentes de espesor reducido.
Lo más recomendado para pequeños son lentes orgánicas (irrompibles), con tratamiento endurecido y antirreflejante. - Para los jóvenes deportistas es recomendable el uso de lentes de contacto. Hay muchas en el mercado que se adaptan a sus necesidades específicas.
Es importante que los niños aprendan a cuidar ellos mismos de sus lentes y lo más recomendable es que usen lentes de contacto desechables, ya que no requieren limpieza diaria ni desinfección, siendo la mejor opción las lentes de reemplazo diario. - Para los niños más vivaces y juguetones, más predispuestos a roturas accidentales, recomendamos contar siempre con unas gafas de repuesto.