estrés ocular

El estrés puede influir automáticamente en nuestro organismo a la hora de enfrentar retos y situaciones límite de nuestra vida cotidiana. Está considerado uno de los trastornos más comunes que estamos viviendo en este siglo. Los regresos postvacacionales, horarios, trabajo, insomnio, compromisos y obligaciones… son situaciones habituales que pueden generar estrés, y que a la larga puede provocar problemas de salud como trastornos en el sistema nervioso, cambios hormonales, enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos, caída del pelo, cefaleas, hipertensión arterial… y por supuesto alteraciones a nivel ocular. Todo esto, genera lo que conocemos como estrés ocular.

 

En este sentido nunca imaginamos que los posibles problemas oculares que tenemos sean derivados del estrés y por eso debemos tener cuidado y vigilar este tipo de cuestiones funcionales, ya que nos ayuda como aviso de que está sucediendo algo que no está bien y así evitar un empeoramiento de los síntomas. Es verdad que el estrés no origina una pérdida de visión pero si problemas visuales de diferente naturaleza. Todos los estudios realizados hasta hoy determinan que el estrés es el origen de muchos problemas oculares.

Estrés ocular: ¿El estrés puede afectar a nuestra salud ocular?

La respuesta es que el estrés si puede afectar de diferentes formas a nuestra visión, especialmente a los parpados que pueden sufrir espasmos y cambios e incluso inflamación ocular. Cuando comprometemos a nuestro cuerpo a altos niveles de estrés alargados en el tiempo, provocamos cambios en el sistema nervioso, y esto provoca que nuestra salud se vea perjudicada así como nuestra salud visual.

En este sentido esos niveles de estrés prolongado o de ansiedad periódica varían los parámetros vinculados al sistema visual, estamos hablando de enfermedades vasculares, tensión arterial, parpadeo, que pueden llegar a causar mala visión, borrosidad e incluso pérdidas momentáneas de la vista. Si es verdad que los expertos consideran que el estrés como tal no influye en el sistema visual, pero también hay circunstancias emocionales que si pueden afectar a nuestros ojos como en el caso de los tics o temblores en los parpados o la secreción lagrimal.

¿Existe alguna predisposición en algunos pacientes a padecer problemas oculares por el estrés?

No hay un perfil de persona o predisposición establecida que tenga más propensión a sufrir este tipo de problemas. En realidad en algún momento cualquiera, puede sufrir las consecuencias oculares derivadas del estrés..

Problemas más comunes derivados del estrés ocular

Como hemos comentado el estrés puede afectar de diferentes formas a nuestra visión, existen problemas que podemos considerar más leves y otros que pueden llegar a ser más graves y molestos, depende de cada caso y sobre todo del grado de estrés que el paciente tenga. Aunque habitualmente los problemas derivados del estrés ocular no se consideran graves, es importante llevar un seguimiento con el especialista para evitar posibles circunstancias de riesgo para nuestro bienestar ocular.

Aquí te detallamos cuales son las manifestaciones y síntomas oculares más habituales derivadas del estrés ocular:

Tics o temblor en los ojos (Mioquimias)
Son movimientos reflejos que suelen ser frecuentes en forma de espasmo en el parpado inferior del ojo, aunque puede producirse en cualquier zona. Son temblores pasajeros que no revisten gravedad alguna, y habitualmente estos espasmos son provocados por etapas de nervios o ansiedad. El origen de los temblores son retracciones involuntarias del parpado. El reposo y restringir el consumo de la cafeína son aspectos esenciales para contener los espasmos.
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Blefaritis (Inflamación de los párpados)
La inflamación de parpados (Blefaritis) es otros de los síntomas característicos derivados del estrés. Esta inflamación viene acompañada de dolor, picor, irritación, visión borrosa y enrojecimiento de los ojos. Lo sufren sobre todo las personas que trabajan en lugares con el ambiente muy seco, uso de aires acondicionados o calefacciones y por la utilización de pantallas en exceso. La lagrima artificial ayuda a disminuir todo este tipo de efectos adversos en los ojos.

Fatiga ocular o astenopía
La fatiga o estrés ocular se manifiesta usualmente cuanto sometemos a los ojos a una sobrecarga en el sistema visual por el uso prolongado de la vista sobre las pantallas digitales sobre todo. Este cansancio ocular produce visión borrosa, dolor de cabeza o dificultad para leer entre otros síntomas, los cuales tienden a desaparecer con el debido descanso de la vista y mejorando la iluminación en las estancias.

Coriorretinopatía
Se ocasiona cuando existe una acumulación de fluido bajo la retina causando una separación debajo de esta, ocasionando deformaciones visuales, visión borrosa o distorsión de imágenes. Aunque se produce por diversa causas, esta demostrado que la tensión y el estrés es uno de los factores de riego para desarrollar este tipo de patología.

Consejos para prevenir los trastornos visuales provocados por el estrés

Aunque sabemos que los trastornos visuales provocados por el estrés no suelen ser graves y normalmente se solucionan de forma natural y sencilla, es importante intentar disminuir las consecuencias y evolución de este tipo de trastornos para conseguir la reducción de los niveles de estrés y evitar así situaciones que consigan causarnos algún daño en nuestro organismo. Es por esto que es aconsejable llevar en la medida de lo posible una vida sana y sin estrés, adquiriendo hábitos saludables como llevar una adecuada alimentación, practicar deporte frecuentemente, no abusar de bebidas estimulantes y energéticas y prevenir el cansancio en exceso llegando así a mantener un nivel tensional equilibrado que resulta esencial para una buena salud visual.

Algunos de los siguientes consejos pueden ayudar a hacer frente a los problemas derivados por el estrés ocular:

Estrés ocular: ¿En qué momento debemos acudir al oftalmólogo?

Depende un poco del problema que nos haya ocasionado. Es verdad que la recomendación es no dejar que cualquier síntoma que tengamos en los ojos pase inadvertido y que la recomendación es siempre ante cualquier problema acudir al especialista para descartar y evitar que un problema menor se convierta en algo más grave. Alteraciones más habituales como tics o temblores sin ninguna consecuencia no son motivo ninguno para acudir al especialista pero si lo es cuando sufrimos inflamación o disminución de la visión, deberemos acudir al oftalmólogo para que nos haga una valoración y nos puedan pautar el tratamiento más conveniente.

Todas las posibles alteraciones o señales descritas en el anterior post son exclusivamente para referencia general y no están detallados todos los síntomas referidos. Si notamos algún signo de padecer alguna patología de carácter visual la recomendación es consultar con el oftalmólogo.