La conjuntivitis vírica: causas y tratamiento

Alguna vez en la vida quien no ha tenido una conjuntivitis vírica, aunque no lo sepamos es más habitual de lo que pensamos en personas adultas pero sobretodo en edad infantil en los colegios. Puede darse en un solo ojo o en ambos, empieza con un leve enrojecimiento de los ojos seguido de picor, escozor, picor y lagrimeo constante e incluso inflamación en los parpados y la conjuntiva. Se produce sobretodo en épocas de frio o zonas húmedas y van muy ligadas a resfriados y catarros así que son motivo de constantes idas y venidas a la consulta con el oftalmólogo. No es una afección que se considere grave si como decimos acudimos al oftalmólogo para recibir tratamiento médico especifico ya que puede llegar a ser contagiosa y de fácil transmisión.
Por supuesto que existen diferentes tipos de conjuntivitis, alérgicas, bacterianas… pero en el siguiente post nos centraremos en la conjuntivitis vírica, daremos respuesta a cuestiones como que es la conjuntivitis vírica, si es contagiosa, síntomas, diagnóstico, tratamiento…

¿Qué es la conjuntivitis vírica?

Tal y como dice su nombre la conjuntivitis vírica esta ocasionada por un virus, produce la inflamación intensa de una parte del ojo muy sensible llamada conjuntiva que es una membrana mucosa transparente que recubre la zona externa del ojo y parte interna de los parpados siendo su finalidad principal la protección del globo ocular.

 

¿Cuáles son los síntomas más habituales de la conjuntivitis vírica?

Los síntomas principales de una conjuntivitis vírica son los siguientes:

Enrojecimiento de uno o ambos ojos

Lagrimeo constante y más excesivo de lo normal

Dolor, picor y quemazón en los ojos

Sensación de cuerpo extraño y necesidad de frotarse los ojos continuamente

Sensibilidad a la luz (fotofobia)

Visión borrosa o nublada

Inflamación de los párpados

Secreciones oculares de color blanco o amarillo

Los síntomas pueden tener una duración de una o dos semanas, siendo contagioso durante la incubación que normalmente son uno o 2 días antes de padecer los síntomas. Los especialistas aconsejan acudir al oftalmólogo en el momento que sintamos cualquiera de estos síntomas para una detección precoz y así poder pautar el tratamiento más adecuado en cada caso y evitar así cualquier posible empeoramiento de la afección.

¿Es contagiosa la conjuntivitis vírica?

¿Cuánto puede durar una conjuntivitis vírica?

Prevención de la conjuntivitis vírica

Como ya hemos dicho por la facilidad del contagio ya que es por contacto, es fundamental seguir el tratamiento pautado por el oftalmólogo, pero es igual de importante seguir una pautas de prevención y así no solo evitar contagiarnos si no impedir la propagación de la infección. En este caso la mejor solución está en tomar las medidas de higienes adecuadas y necesarias en los distintos contextos que podamos encontrarnos:

En nuestro día a día:

Lavarse frecuentemente bien las manos con agua y jabón sobretodo antes y después de habernos tocados los ojos.

No frotarse los ojos.

Evitar compartir gafas, colirios, ropa, toallas, almohadas, sabanas o cosméticos de ningún tipo con una persona afectada por la infección.

No utilizar maquillajes durante el periodo que estemos en tratamiento.

Utilizar pañuelos desechables.

Si tenemos conjuntivitis debemos usar gafas, es importante no utilizar durante este periodo las lentes de contacto.

Si utilizas lentillas usar un envase para cada ojo con su correspondiente líquido de solución especial para su limpieza y conservación.

En verano en playas y piscinas:

No acudir a piscinas y si lo hacemos utilizaremos gafas homologadas propias para natación o buceo.

Ducharse y aclarar los ojos antes de entrar y al salir de la piscina o la playa.

Elude compartir la toalla.

En verano reducir las exposiciones continuadas a la luz solar y utilizar gafas de sol con filtro solar para rayos UV.

No usar dentro del agua lentes de contacto .

Diagnóstico de la conjuntivitis vírica

La valoración debe ser realizada por un oftalmólogo, que efectuara una exploración visual con ayuda de los aparatos de exploración más aconsejables para determinar su origen y tipo de infección y que junto a los síntomas y antecedentes podrá realizar un diagnostico correspondiente en cada caso.

Tratamiento de la conjuntivitis vírica

Lo primero que debemos saber es que el tratamiento para la conjuntivitis vírica va supeditado siempre a la causa y origen. Por eso es el oftalmólogo el que definirá el tipo de tratamiento más conveniente en cada caso. Sabemos que la conjuntivitis vírica no es grave y por lo general los síntomas se van por si solos, pero si estos síntomas perduran en el tiempo lo más seguro es que necesitemos de un tratamiento en colirio para paliar las molestias del paciente o un posible agravamiento de la infección. A parte del tratamiento en colirio, el oftalmólogo le recomendara limpiezas e higiene del ojo varias veces al día en forma de lavados en la parte del parpado y las pestañas con suero fisiológico, gasas frías que ayudan con la inflamación y por supuesto lagrima artificial para calmar el picor y escozor de los ojos.
Si con el tratamiento pautado por el oftalmólogo no mejora la infección en un máximo de 15 días, acudiremos de nuevo a la consulta para que el especialista nos revise de nuevo.

Complicaciones de la conjuntivitis vírica

Partiendo de la base que la conjuntivitis vírica tiene un buen pronóstico y que la mayoría de las veces no se originan complicaciones, si es verdad que en determinados casos más graves pueden producirse algunos problemas como infecciones corneales o incluso ulceras que llevan a:

Problemas para mantener los parpados abiertos.

Inflamación ocular excesiva.

Dolor agudo en el ojo.

En ocasiones dolor de cabeza, fiebre y malestar general.

Todas las posibles alteraciones o señales descritas en el anterior post son exclusivamente para referencia general y no están detallados todos los síntomas referidos. Si notamos algún signo de padecer alguna patología de carácter visual, la recomendación es consultar con el oftalmólogo.